miércoles, marzo 30, 2016

María Mascheroni: Consenso inútil*


Hace frío, hoy tal vez la luz más clara y concentrada de este febrero en las montañas. Aun así, mientras el dolor sube como un vapor de siglos presto a salvarse, la luz aumenta, cae de una brecha abierta en el cielo que transforma en rayos la luz del sol oculto. El frío afuera. En el lugar donde se inicia el movimiento de escribir fracasan las células en mantenerse unidas y esa separación en aumento, esa falta de imán produce un vértigo tal que es combustible apropiado para este inicio. La invitación a escribir llega donde nada había visible y pensado, cae como una semilla con propósito en una tierra arada y en espera. Discretamente, sin levantar la voz tira sus redes.
Poesía y muerte. ¿Cómo se juntaron estas palabras? En un primer momento aunque las supiera ligadas no hacían contacto. ¿Siempre estuvieron juntas, esto es lo que dice la “y”? ¿O se han reunido para hablar de escritura, para provocarla?
Entonces lo primero es ver qué función cumple la “y”. ¿Qué pasa si sustituimos la palabra muerte por otra como caballo, pasa lo mismo u otra cosa? ¿Qué sucede con la y? “Caballo”, ¿le hace algo preciso a la poesía?
Bien, algo empieza a despertarse. Ahora, distinguir entre la muerte como tema o sustantivo y el morir como acto vital: muerte y transformación en la operación poética.
La muerte es percibida como algo que cesa. Una interrupción del fluir de la vida animada. Un estado de cosas estable sólo para la inteligencia. Ninguna sustancia inquieta. Entonces, extraer de la muerte “la porción inmaculada”, al decir de Deleuze. Escribir. ¿La operación poética que transforma la muerte, es la misma que transforma la mesa? El apagamiento, el uso del lenguaje librado a su suerte, lo que está siendo, la palabra desfigurada y radiante, nos pone de bruces con que lo apagado -y acabado- es otra vez inaccesible a nuestro conocimiento; sólo eso alcanzamos a rozar de la muerte, intensidades con la punta de la lengua o de los dedos.
Hay un supuesto común informulado respecto de lo que es poesía que desde la poesía misma -lecturas, gustos, escritos, disensiones- se desarma inmediatamente una y otra vez. Una pregunta insiste, hasta se ha vuelto tema a considerar: ¿qué es poesía? Lo mismo sucede con el amor. Pero los acontecimientos a los que se llama poesía (también a los que se llama amor) son totalmente disímiles. Entonces comienzan, persisten pequeñas zozobras: no es tan claro qué es poesía.
Algo distinto ocurre con la muerte. Hay consenso, nadie se pregunta qué quiere decir si le dicen murió mi madre, o qué clase de muerte será. Por ahí surge la pregunta: cómo murió; no se pregunta qué es estar muerto.
Hay consenso acerca de “la muerte”, ahí se ve lo que llamamos “lo otro” en su máxima expresión. Cuanto mayor es el consenso uno queda más afuera de la cosa. ¡Esto no era al revés? Dije, digo: cuanto mayor es el consenso uno se queda más afuera de la cosa.
¿Qué de la muerte me pasa cuando escribo? El día nace y muere. El amor nace y muere. La noche no. La vida nace y muere.La muerte no. No suele decirse “muere la noche”, el pasaje de la oscuridad a la luz no se piensa como muerte. ¿De cuáles cosas se dice que mueren? Pienso ahora que los pájaros mueren volando, una implosión silenciosa de sus características convierteel horizonte.
¿Qué hace la poesía a la muerte? ¿Conjurar el peligro o atraerlo? Acaparar el silencio, respiración artificial a las palabras, separado lo quieto del enigma, multiplicar los panes, escribir por fin el umbral o la luz, y el llamado.
Dicho de otra manera: morir la muerte
y aunque ellos estén locos y totalmente muertos
sus cabezas martillarán en las margaritas;
irrumpirán al sol hasta que el sol sucumba,
y la muerte no tendrá dominio.
(Dylan Thomas)
Escribir me da miedo, me angustia. No escribir es peor. No escribir es un sustantivo. Asocio el sustantivo a la quietud como si en la muerte no ardiera el hervidero de las transformaciones.
Me acuerdo de mis muertos. ¿Por qué se habla de quietud?
Una conciencia aún inexistente abre los ojos, llora para saludar al mundo. Alguien, una conciencia viva en el mundo, en los otros, se retira hacia la espesura no visible, hacia el centro fondo de las células y se confunde con la ausencia, con la inactividad y el silencio. Y el murmullo ensordecedor de las transformaciones que se desprenden como un vómito de la tierra se llama muerte. Y el que allí fue desplazado por los jugos y ácidos que crean lo nuevo, ve como un milagro el porvenir decuna existencia desasida de lo que hasta ese instante era savia y hospedaje.
soñé que nos hundíamos y que después nadábamos
hacia la costa lentamente y que de nuestras sombras
de color verde claro huían los tiburones
(Viel Temperley)

Atrapar intuiciones en la escritura “siempre con grandes pérdidas” como dijo Cortázar en una entrevista. En un territorio indiscernible que puede albergar muertos la idea de la muerte pájaros de espaldas la pérdida de un amor gusanos un río el niño muerto la palabra infinita.
¡La vida es tan, tan frágil cuando la separamos de la muerte! La música que escucho esta mañana relata precisamente esta tragedia.
Max Richter golpea con su golpe de máquina escribe a golpe de dedo y hace una música que muestra la duración. Morir se hace en la duración aunque se escriba en un solo acto, apenas visible el pasaje, un accidente no del lenguaje,un siniestro de hacha que siega la respiración y cuando el aliento no empaña la voz aún hay otra palabra que vive el estado inédito de la carne que comienza a cambiar infinitesimalmente su temperatura y su hambre. Algo ya no será siendo fervorosamente otra cosa. Materia enamorada de la descomposición de la certeza de la danza bajo tierra y unas palabras de menor valor se enardecen ante los ojos que no saben cómo volver a llamar muerte a tanta digestión.
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Escribir lleva tiempo.
Yo quería que mis dedos de muñeca penetraran en
las teclas. Yo no quería rozar como una araña, el teclado.
Yo quería hundirme, clavarme, fijarme, petrificarme.
Yo quería entrar en el teclado para entrar adentro de la
música para tener una patria.
(Alejandra Pizarnik)

Y mi sustantiva parte se avergüenza de mirar lo que no muere. Pudor, o mejor una deuda que nace impaga. Por qué ahora por qué tan temprano miedo venganza rabia dolor. Culpa de ideas sin gravedad, el peso específico de la muerte.
Sus ojos se cerraron y el mundo sigue andando, una de las cosas que mortifican a la conciencia del que queda vivo.
Tus ojos se cerraron. Y el mundo está trémulo. Las colinas amarillas volverán a engendrarte, la tierra negra de las lilas o la blanca arena de claveles (Marosa di Giorgio). Ver a un hombre muerto es no saber dónde está, adónde fue, cómo es que el aliento se ha retirado, cómo es que ha comenzado a perderse también en el que mira ese cuerpo dejado atrás.
El morir como una experiencia de la ausencia que hemos colocado inadvertidamente donde nada había ni podía ser albergado.
Si morir es parte de vivir y crear, no lo es la muerte. La muerte queda fuera de la vida. Y desde el afuera llega. Y hacia ella lejos van los improperios y los ruegos. Luego el poeta puede dolerse, decir lo que ve, escribir esa ausencia, rabiar aún la serenidad, con aproximaciones fallidas dar a ver la incongruencia del morir y la muerte, su correspondencia siempre inexacta.

Cuando pienso que debo volver a la relación poesía y muerte –como a un tema, como a un hogar ¿opresivo?- olvido que estaba en ella.



* Artículo de la poeta María Mascheroni, incluido en el libro Vendrá la muerte y tendrá tus ojos (Ediciones Ruinas Circulares).  

miércoles, marzo 23, 2016

Paco Urondo : Del otro lado


Gracias Analía Mehlberg


Cuando estuvimos desesperados, alguien
contó la historia.
No se la puede escuchar serenamente, tiemblan
las manos, el corazón se encoge de dolor;
da un poco de miedo mirar a la gente, detenerse.
Ocurre lo de siempre.
Estábamos perdidos y la historia era confusa. Nada
tenía que ver con la certeza, ni
con el muslo de la bataclana. No
intervinieron traiciones; no es
una vulgar historia de fervores o de mantenidas.
Tu mano es necesaria para sobrellevarla. También
aquella vez (siempre aquella vez) apagaron
las luces y fue necesaria la presencia de tu mano.
Nos apretamos las manos en la sala impenetrable, temblamos
ante la cólera que aún no se había manifestado, que nunca
llegaría a marcarnos como sospechábamos, sino
de otra manera. Nuestras manos
procuraban ordenar el temblor, dominar el doloroso pánico;
y todo porque Humphrey Bogart había resucitado.
Estábamos perdidos en aquel
cine y él no era como el redentor; su cruz
no era un mandato, era
la inteligencia del hombre, era la resurrección
de la ciencia y de nuestros queridos finados.
Hace mucho que nos pasó esto; la mano
fría del cadáver impenitente
rozaba los sueños,
acariciaba nuestros tiernos rostros despavoridos.
Desde aquella vez no sabemos qué hacer con las historias,
con los muertos que no aceptan su desdichada condición, no
sabemos qué hacer con el miedo; no sabemos
encontrar nuestras manos, nuestra
tristeza. El mundo inconsistente.
Hubo muchas anécdotas como ésta ¿Quién
no tiene cosas horribles que contar? ¿Quién no tiene
su historia? Pero nadie supo qué decir, nadie supo
qué hacer, cuando alguien contó la historia.
Seguramente al escucharla buscarás una mano; será
como antes, pero enseguida
intentará olvidar que estuvimos tristes o asustados.
Tampoco sabrás qué decir cuando se haga tarde; lo de siempre:
tendrás ganas de llorar, y nada más.
Nadie esperaba una historia como ésta, tan lamentable ¿Por qué
no llorar entonces? ¿Por qué no perderse en la
espesura de la sala?
Se derramará sobre tu memoria,
como el alcohol que se vuelca entre los nervios y la madrugada;
la historia sobrevolará tu linda cabecita,
será un cuervo que sacudirá tus entrañas corrompidas,

que despeinará cariñosamente tu pelo

Jorge Ariel Madrazo: In memoriam

Gracias Ibuk

El lunes 21 de marzo, en el Día Mundial de la Poesía, falleció el poeta Jorge Ariel Madrazo. Publicamos, para recordarlo, un poema que recitó el año pasado en el Festival Internacional de Poesía de Granada, un poema al amor, a la vida...

(de “EN UN BAR CON MARÍA MAGDALENA”)

III

Ah de aquellas carnes resurrectas
aquél néctar de lúpulo y
cebada
La belleza quizás sea hebra o
caligrama
de lo indeterminado
(de lo que jamás ha sido
o será)
La cerveza: pesante vellón
alquímico babeo

nupcial

y el vivir que empotra sus patas de cerdo
y el morir que ríe de la tumba vacía

Tal truco -revivir luego
andar- ya el Christo lo hizo
Mis amigos suelen repetirlo
No hay milagro para nos
reyes de utopía

Sólo es poeta
quien al tercer día
canta y abandona
sin prisa el sepulcro

Y aquí: Magdalena, la escena
armemos, Hosanna,
el poema

bienvenido sea al café
que abre las tontas veinticuatro
horas
Piquetes del verbo, hágase la
fe
Y sea con nosotros la palabra
Y se cabree la cabra de la afasia
Y se enrabie el burgués
de pacotilla
con todo el vulgo vomitado

a cuestas

domingo, marzo 20, 2016

José Emilio Pacheco*: A quien pueda interesar...




A quien pueda interesar

Que otros hagan aún
    el gran poema
los libros unitarios
    las rotundas
obras que sean espejo
    de armonía

A mí sólo me importa
    el testimonio
del momento que pasa
    las palabras
que dicta en su fluir
    el tiempo en vuelo

La poesía que busco
    es como un diario
en donde no hay proyecto ni medida




Un marine

Quiso apagar incendios con el fuego.
Murió en la selva de Vietnam
y en vano.



Contraelegía

Mi único tema es lo que ya no está
Y mi obsesión se llama lo perdido
Mi punzante estribillo es nunca más
Y sin embargo amo este cambio perpetuo
este variar segundo tras segundo
porque sin él lo que llamamos vida
           sería de piedra.

Alta traición

No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
     es inasible.
Pero (aunque suene mal)
     daría la vida
por diez lugares suyos,
     cierta gente,
puertos, bosques de pinos,
     fortalezas,
una ciudad deshecha,
     gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
     montañas

-y tres o cuatro ríos.


*Poeta, ensayista, narrador y traductor mexicano, nacido en 1939 y fallecido hace poco tiempo.

lunes, marzo 14, 2016

Huesos de Jibia: Vivian Lofiego: Vida secreta


ADELANTO EDITORIAL
Uno de los próximos libros que publicará la colección de poesía, es Vida secreta, de Vivian Lofiego.
Lofiego, que había publicado ya en Huesos de Jibia Réquiem para lepidópteros en 2008, en esta ocasión también es la autora de la obra que ilustra las tapas de su nuevo libro.
El diseño es de Pedro Giraldo:


sábado, marzo 12, 2016

Elena Tardonato Faliere y María Cecilia Micetich: Esplendor en las sombras: Tres voces italianas contemporáneas



Milo de Angelis
Contar los segundos, los vagones del Eurostar, verte
descender del número nueve, el bagaje, la sonrisa,
el latir, la noticia, la gran noticia.
Esto ha ocurrido, en 1990. Ha ocurrido, indudablemente
ha ocurrido. Y también antes, la zambullida en el Ticino,
mientras la pelota desaparecía. Ha ocurrido.
Hemos visto lo pleno y lo oculto de un instante.
Las hadas volvían a los rincones populares, el huracán
colmaba un cielo alucinado. Cada cosa estaba allí,
desierta y plena, para nosotros que esperamos.

Contare i secondi, i vagoni dell’Eurostar, vederti/ scendere dal numero nove,
il carrello, il sorriso,/ il batticuore, la notizia, la grande notizia./ Questo è
avvenuto, nel 1990. È avvenuto, certamente/ è avvenuto. E prima ancora,
il tuffo nel Ticino,/ mentre il pallone scompariva. È avvenuto./ Abbiamo
visto l’aperto e il nascosto di un attimo./ Le fate tornavano negli alloggi
popolari, l’uragano/ riempiva un cielo allucinato. Ogni cosa era lì,/ deserta
e piena, per noi che attendiamo.


Isabella Leardini

Toda mi escritura está en besarte la frente
una distraída precisión
en recogerme el cabello
en contradecirme.
Tus discursos los tendría
para desenredarlos sobre el cuello con un gesto
atármelos a las muñecas,
y esperar las palabras como piedras
como llega el sol entre las ramas
para quitar el aliento,
cerrados como la respiración
el primer timbre del teléfono
la bofetada del viento cuando pasa un tren.

Tutto il mio narrare è baciarti sulla fronte/ una distratta precisione/ nel
raccogliermi i capelli/ a contraddirmi la mente./ I tuoi discorsi li terrei/ per
scioglierli sul collo con un gesto/ legarmeli ai polsi,/ ad aspettare le parole
come sassi/ come arriva il sole tra i rami/ a togliere il fiato,/ serrate come
il respiro/ il primo squillo del telefono/ lo schiaffo del vento quando passa
un treno.


Francesca Serragnoli

No tengas miedo
las nieblas balancean sobre la cabeza
el temblor del agua vela sobre el lamento
de tu lecho caen misterios.
Pesa como llama débil
la ínfima voz.
No tengas miedo
en el cielo calmo la noche
es un beso bueno
ahora es un hueco.
¿Deberían prohibir la realidad?
¿A nosotros débiles de mejillas
turbios de dudas y demonios?
Regresar a casa en pequeños saltos
lentamente como cantinela en los años…
la noche nos vuelve perros
no tengas miedo.

Non avere paura/ le nebbie dondolano sul capo/ il tremolino dell’acqua
veglia sul lamento/ dal tuo letto cadono misteri./ Pesa come fiamma
flebile/ la poca voce.// Non avere paura/ a cielo calmo la notte/ è un bacio
buono/ ora è un buco.// Dobbrevero proibirla la realtà?/ A noi deboli di
guancia/ torbidi di dubbi e diavoli?/ Rincasare a piccoli spicchi/ piano

come cantinela negli anni.../ la notte ci fa cani/ non avere paura.

* Del libro: Esplendor en las sombras (Ed. Huesos de  Jibia, 2015).

jueves, marzo 10, 2016

Ediciones Del Dock: Gran premio “Javier Adúriz de poesía y “Camus-Onetti” de narrativa


BASES
-
Podrán participar todos los escritores mayores de 18 años residentes en Argentina con una obra rigurosamente inédita (no publicada en ningún medio gráfico o digital) escrita en castellano, de tema libre, que no haya obtenido premios, menciones, haya sido finalista y/o se encuentre pendiente de fallo en otros concursos.Ediciones Del Dock se reserva el derecho de descalificar cualquier trabajo que no cumpla con la totalidad de los requisitos solicitados y de resolver, del modo que crea más conveniente, los imprevistos que pudieran surgir.
:. El premio único para ambos géneros será la publicación del libro ganador en Ediciones Del Dock.
:. Es restricción de estas bases la participación en un solo género. El envío de material a uno de los concursos invalida la participación en el otro.
:. No se mantendrá correspondencia con los participantes acerca del material enviado.
:. Los autores premiados serán notificados durante el mes de julio de 2016.
:. Los envíos serán recibidos desde el día 1/3/2016 hasta las 0 horas del 31/5/2016 únicamente por correo electrónico. Luego de ese día, no se recibirá material.

ESPECIFICACIONES PARA NARRATIVA:

Presentación del material: se presentarán dos archivos denominados con el título de la obra y el seudónimo utilizado y diferenciados como “libro” (incluir en la primera página el título de la obra y el seudónimo del autor. Contenido: una nouvelle inédita, de temática libre, con un mínimo de 70 y un máximo de 100 páginas, hojas tamaño A4, numeradas en margen inferior derecho, en letra Times New Roman cuerpo 12, interlineado doble) y “datos” (donde figurarán los datos del participante: nombre y apellidos, escaneo del DNI con foto, correo electrónico, teléfono, dirección, código postal. Se añadirá una leyenda: “Declaro que el material enviado es rigurosamente inédito y no se encuentra pendiente de fallo en ningún otro concurso”, que tendrá carácter de declaración jurada). No agregar currículum literario ni lista de premios obtenidos. Enviar a: prensa@deldock.com.ar En el “asunto” del mail, aclarar: concurso narrativa.
Jurado de narrativa: Ángela Pradelli- Vicente Battista- Mariana Travacio
Jurado de preselección: Gloria Arcuschin- Carlos Pereiro


ESPECIFICACIONES PARA POESÍA:

Presentación del material: se presentarán dos archivos denominados con el título de la obra y el seudónimo utilizado y diferenciados como “libro” (incluir en la primera página el título de la obra y el seudónimo del autor. Contenido: un libro inédito de poemas de temática libre, con un mínimo de 400 y un máximo de 700 líneas, hojas tamaño A4, numeradas en margen inferior derecho, en letra Times New Roman cuerpo 12, interlineado 1.5. No podrán superarse las 70 páginas) y “datos” (donde figurarán los datos del participante: nombre y apellidos, escaneo del DNI con foto, correo electrónico, teléfono, dirección, código postal. Se añadirá una leyenda: “Declaro que el material enviado es rigurosamente inédito y no se encuentra pendiente de fallo en ningún otro concurso”, que tendrá carácter de declaración jurada). No agregar currículum literario ni lista de premios obtenidos. Enviar a:prensa@deldock.com.ar En el “asunto” del mail, aclarar: concurso poesía.
Jurado de poesía: Irene Gruss- Jorge Aulicino- Santiago Sylvester
Jurado de preselección: Elena Anníbali- Griselda García

lunes, marzo 07, 2016

María del Carmen Colombo: Antología poética. Fondo Nac. de las Artes




Gracias al Fondo Nacional de las Artes y a todo el equipo de trabajadores de esa institución que hicieron posible esta edición y las de otros poetas.
Gracias a los poetas Esteban Moore, Vicente Muleiro y Lucio Madariaga.

domingo, marzo 06, 2016

Hugo Francisco Rivella: Ojo astillado*

Huellas en mí

He dejado mis huellas en el crepúsculo, en la taza de té, en los
sueños colgados del asombro, en las asimetrías del jorobado y en
 la lengua del mudo tajeando los silencios.
Todo tiene mis huellas.

Me sabían los planetas alineados con Venus y el equinoccio lento
del verano, las noches sin piedad de los suburbios y el
Extranjero de Giovanni Quessep. Las tertulias del tigre a orillas
de La Habana y el puerto más helado al sur de Bahía Blanca.
Yo iba envejeciendo con el recuerdo intacto.
Un día vino el miedo a morder mis palabras.
Las que antes había leído de Whitman y Vallejo,
de Scheherazade en trance con el Rey a sus plantas
y la canción antigua del bronx con sus raperos.

Las huellas se volvieron de agua,
de vidrio hasta sangrarme.











Poema del imaginado

Qué tristeza la de Dios
de ser todo y ser ninguno,
ser pasado y ser memoria,
ser presente y ser futuro.

Quizás estuvo con  los ojos deshechos y pensó en la luz,
amasó un muñeco de barro
o… dibujó en la piedra una serpiente
y sopló el barro que lo desmemoriaba.
Lo cierto es que en el hombre,
vuelve a ser el soñado,
el que suelta los nombres del fuego en la tormenta
mientras
el mundo araña su corazón de agua.

Pudo ser eso Dios,
o ser lo que es pensado por el Hombre,
no lo que es el inicio, sino lo que resulta de ser trigo y espuma:
Pensamiento.

Si el Hombre es quien piensa a Dios
para vivir lo soñado,
el hombre ha de ser la vida
y dios el imaginado.




*Hugo Francisco Rivella (Rosario de la Frontera, Salta, Argentina, 1948). Poeta y músico de una vasta obra poética. Vive en Córdoba. Ha publicado los libros de poesía Caballos en la lluvia y otros poemas [2001], Zona de Otros Días (2007), Yo, el Toro [2008); Centro de Tormentas [2010), Piedra del Ángel (2011), Putas,/La cacería del ángel (2011), Ojo Astillado [2013] y Espinas en los ojos (2014). Poeta multipremiado, es autor de canciones de raíz folclórica.

*Los poemas que se transcriben pertenecen a su libro Ojo astillado (Alción Editora, 2013

sábado, marzo 05, 2016

Alfredo Luna*: Testigo infiel




esta luna en Acuario

cuando el diablo soltó sus cabellos en la siesta
y las piedras hablaban
de nosotros desde una edad sin memoria
esta fantástica tierra me trajo desde el viento

una triste melodía de retamas
alza su letanía de fuego

la noche se enturbia
y siento un súbito silbo de ángeles viejos.



las cartas están echadas



he nacido alfredo luna bajo el signo de los cataclismos
y de las altas promesas del destino
cuando los astros copulaban en los potreros de la Casa Tres

yo     mancebo de la última luz
insolente hijo pródigo de un río a expensas
de las mareas del deseo
voy errando ilusionado en un corazón ajeno
y vuelvo con la certeza de llegar a ninguno

yo    que amé el deletreo perpetuo
de mi nombre que se escribe con el tuyo
y con mis brazos de mula sostuve
esta fe hasta la náusea
no estoy preparado para morir.




*Alfredo Luna (Catamarca 1953). Recibió el Primer premio de Salòn al Aire librede Poemas Ilustrado. En Buenos Aires, desde 1975 integrò las Nuevas Promociones Literarias de la S.A.D.E. Central. Textos suyos se han publicado en numerosa antologìas y en revistas literarias del paìs, Amèrica, España, Francia e Italia. Son sus libros: Las palabras imposibles (1993), Los dìas demorados (2005), Los fuegos prometidos (2006), La mirada sonora (2008), Vigilia hereje (2013), Palabra matada Testigo infiel.

jueves, marzo 03, 2016

María Cecilia Micetich: Una partitura*



¿Será, entonces, cierto..?

¿Será, entonces, cierto
que la mirada encumbrada hacia el piélago,
en la solemne espesura de lo profundo,
cuando asciende en la hora del ruiseñor,
cincela el comentario pero también lo sostiene?
La invitación al abismo en el vuelo inmolado
de este avión de plumas grises,
merodea el no querer anclar
en la grava que nos expulsa
(porque aún nos desea).
Si lo verdadero se hallara en un pestañear,
abrir y cerrar de hojas, de labios,
de manos desapacibles, de requiebros,
diría que todo es blanco bajo esta página,
diría que el vaso a medias
expresa cinco minutos más
que la botella llena de cenizas,
cuando el universo da vueltas
y en la mitad del vals transforma
la temporalidad toda en una lágrima.

Hay un solo motivo

“J’unis un coeur de neige à la blancheur des signes” 1
Charles Baudelaire
Hay un solo motivo
en el blanco de la orquesta,
sin intersticios ni atisbos.
Aunque con sombras,
en el pausado regreso del ojo a sí mismo,
el cuarto viaja hacia el profundo fluir de la palabra.
De esa palabra que balbuceo
en el idioma que todos olvidan.
El canto del paisaje se vuelve hoy mi fantasía,
variación del Parnaso que insiste una y otra vez,
navegando sobre el mismo río.
Hay un motivo
y está en la torre. Alguien sopló briosamente
para que hoy, si doy vuelta la página,
deba cantar de nuevo.
Vuelva da capo y Babel me reciba
en el abrazo de un verso.

1 “Un corazón de nieve junto al blancor del cisne”.

Domingo

Puño que quiebra toda la magia,
tener lo que se tiene
en el necesario hábito de respirar y no,
porque aquel árbol de la espera
despojado de resplandores y ocasos
hoy es la posibilidad habitable en este caos.
A veces la sombra se reproduce en el instante azul del domingo.
Si la vista se nubla de grises,
pido tres segundos:
desaparecer.


*Poemas extractados del libro Una partitura (Huesos de Jibia, 2014).